Ya hemos visto que los Factores de Transferencia son moléculas que encontramos en el calostro humano, la primera secreción de la mama después de que una madre dé a luz.
El gran paso que permitiría la posibilidad de llevar los Factores de Transferencia al mundo fue el descubrimiento de esa misma molécula en el calostro de todos los mamíferos, e incluso en algunas aves (en el caso de las aves la molécula se encontró en la yema del huevo).
En 1998 David Lisonbee, Director Ejecutivo de 4Life, obtuvo la patente para extraer los Factores de Transferencia del calostro bovino.
En 2003 adquirió la patente para la extracción de estas moléculas de la yema de huevo de gallina.
¿Por qué 4Life decidió utilizar factores de transferencia de la vaca y la gallina y no de otras especies? Porque son completamente seguros y porque las vacas y las gallinas se ven obligadas a desarrollar sistemas inmunológicos heroicos. Y lo mejor de todo es que combinadas ofrecen la mayor gama de respaldo inmunitario que se pueda imaginar.
Siguiendo las investigaciones, en 2007, David Lisonbee y su equipo lograron descubrir y aislar unas moléculas, aún más diminutas, las nanofracciones (nanofactors), moléculas de bajo peso que se encuentran en algunos mamíferos (entre ellos el hombre) y aves y que poseen intuición natural. Con esta intuición tus células inmunitarias saben cuándo actuar, cómo actuar y cuándo descansar.
Como resultado de la investigación, 4Life ha desarrollado diferentes fórmulas para adecuarse al bienestar que necesita cada persona.
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